Blanc de Ferran Palau

El blanco es la ceguera y la suma de todos los colores. El blanco son los tendones, los huesos, la córnea. El blanco es la página y la tela antes de nosotros, tan blancas como las drogas donde te pierdes, te encuentras, te buscas y vuelta a empezar. El blanco es el vacío de la experiencia del trauma. Ferran Palau, con el alma por fuera y una inocencia enfermiza (palabras suyas) música todos estos blancos y hace una criba de inquietudes que se convierte lenitivo, perturbadamente balsámico. Blanco es un territorio por donde campan espejismos, sueños y visiones forjadas a base de ansias y deleites. La lírica de Palau araña con versos como estos, que son una lamida envenenada: «Ni la luna más intensa / puede hacer más clara esta noche», o bien «será un abismo donde he caído / o el paraíso que me das tú / no hay fortuna más cruel / ni nada tan dulce. »