Capfico de Clara Andrés

Nada puede ir mal cuando la música empieza a sonar pausada, en calma, como un vaivén suave que te mece, como si estuvieses en una barca con el mar reposado. Y todo adquiere sentido cuando el disco que suena se llama Capfico, palabra que utilizan los mallorquines cuando se sumergen en el agua. Capfico es el refugio submarino donde se encuentra la cantautora valenciana Clara Andrés. Un cuarto disco en el que muestra un paisaje más pequeño que grande, más nostálgico que triste, más hedonista que alegre, un punto de encuentro y complicidad entre la música y la poesía. Después de tres discos, Dies i dies (2007), Huit (2010) y Entrelinies (2014), y la colaboración con la también banda valenciana Júlia, que dio su fruto en 2019 con el disco L’Eix Radical, llega Capfico, un disco que surca nuevos horizontes de manera luminosa y resplandeciente. Ocho canciones que nadan por el universo íntimo de Clara Andrés, una dimensión donde fluyen los elementos justos y necesarios para concebir ese ritmo tan pausado y reconocible de la cantautora. Y entre estos elementos encontramos guitarras tímidas que vertebran cada una de las canciones, pero que no están solas, esta vez se acompañan de los suaves arreglos electrónicos de Estela Tormo, que se suma a esta aventura para añadir riqueza a los fondos marinos de Capfico. Ocho canciones que son como un viaje circular, que empieza y acaba, pero que nunca termina. Clara Andrés grabó Capfico durante los meses de invierno, aunque con la mirada posada en las puestas de sol de verano, junto a Sergio Peirò, bajo la atenta coproducción de Estela Tormo y las colaboraciones del clarinetista Ausiàs Garrigós y del fiel percusionista Xarli Oliver, que siempre han estado presentes en los anteriores discos de la cantautora. Una confirmación y un paso en firme de Clara Andrés, una puerta abierta a su mente y a su confianza.